Un mundo sin madres sería inhumano
(Papa Francisco)

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Aunque han pasado varios años desde que el Santo Padre pronunció estas palabras sobre las madres, éstas siguen teniendo plena vigencia en la realidad del mundo actual. En este mes dedicado a Nuestra Madre María y en el que muchos países celebran el Día de la Madre, queremos compartir algunas de las reflexiones del Papa.

Las madres son indispensables para la sociedad y la Iglesia, mostrando al mundo lo que significa entregarse generosamente por los demás, respetar la vida y mostrar ternura y fuerza moral incluso en tiempos de dificultad, dijo el Papa Francisco.

También se refiere al papel de María, madre de Jesús, en el Evangelio diciendo: "Ella nos da a Jesús, nos muestra a Jesús, nos deja ver a Jesús".

El Papa Francisco recordó su propia infancia como uno de cinco hijos y habló de cuánto trabajo y cuántos problemas, pero también cuánta felicidad, conlleva la maternidad.

"Las madres son el antídoto más fuerte contra la propagación del individualismo egoísta", afirmó.

Un mundo sin madres sería "inhumano", afirmó, "porque las madres siempre saben dar testimonio, incluso en los peores momentos, de ternura, dedicación y fortaleza moral".

Las madres son las mayores enemigas de la guerra, "que mata a sus hijos", afirmó, admitiendo que ha pensado muchas veces en aquellas mujeres que reciben la temida carta notificándoles la pérdida de sus hijos en defensa de la nación. "Pobres mujeres. Cuánto sufre una madre", dijo solemnemente el Papa. 

En este punto queremos hacernos eco de las palabras del Papa señalando que las madres son, sin duda portadoras de ternura y de fuerza moral en tiempos de dificultad, visto esto a la luz del individualismo egoísta que se ha infiltrado en el mundo de hoy y la realidad y los dolores de la guerra, especialmente en Medio Oriente, Congo, Sudán, Ucrania y Rusia.

Al finalizar este extracto de las reflexiones del Papa sobre la importancia de la maternidad, sólo resta orar al Señor por todas las madres del mundo, quienes a imagen de María acogen y acompañan a sus hijos e hijas en todos los momentos de su vida, compartiendo sus alegrías, tristezas, desafíos, sueños y esperanzas.

(Extraído de las palabras del Papa Francisco en su primera audiencia general del año 2015)